Estrés y regulación emocional

Cuando hablamos de estrés nos referimos a la combinación entre determinadas situaciones de tensión (crónicas o agudas) que nos pueden acontecer en la vida y las características personales dirigidas a resolverlas.

Fue Selye quien en los años cincuenta tomó prestado el término de la física en donde se define como el grado de tensión o presión que puede soportar un material sin romperse y que le permite volver a su forma inicial. Así, cuando se sobrepasan determinados niveles el material en cuestión deja de ser válido para el fin que se le supone.

Son muchas las situaciones de la vida que pueden generar estrés, tanto positivas como negativas, pero el grado de estrés que padecerá cada persona dependerá de las características individuales.
Es importante señalar que unos niveles adecuados de estrés es positivo, ya que éste nos permite poner en marcha toda nuestra competencia y así resolver los problemas que se nos puedan presentar (eustrés), pero cuando sobrepasamos ciertos límites genera un elevado grado de malestar que puede llegar a tener repercusiones en la salud, nos debilita e impide un adecuado afrontamiento (distrés).

Cuando nos referimos al «estrés» en sentido negativo, en realidad estamos hablando de «distrés«.

Hay personas que de manera natural han aprendido a gestionar adecuadamente las situaciones estresantes y a minimizar sus efectos negativos, pero en otros casos el estrés puede causar verdadero daño tanto psicológico como físico.

¿CUÁNDO ACUDIR A TERAPIA?

Algunas señales indicativas de estar experimentando unos niveles de estrés excesivo:

¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA?

En AMP Psicólogos Aranjuez nos centramos en identificar las circunstancias personales de cada cliente, conocer cuáles son las formas predominantes de solución de problemas y ayudarle a cambiar aquellas perjudiciales, potenciar las beneficiosas y aprender a ser más competente a nivel de estilos de pensamiento, de conductas orientadas al problema y de técnicas dirigidas a disminuir los niveles de tensión.

Una de las claves fundamentales consiste en dotar a la persona de los recursos necesarios para lograr una adecuada regulación emocional.

En terapia se aprende a identificar los estados emocionales, a ponerles nombre, saber observar su evolución y aprender a ajustar su intensidad en función de las necesidades reales. Todas las emociones son necesarias, ahora bien, es importante saber modular su oportunidad e intensidad.

¿QUÉ SE HACE EN SESIÓN?