Terapia Familiar Sistémica
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¿EN QUÉ CONSISTE ESTE ENFOQUE?
La Terapia Familiar Sistémica ve la familia como un sistema vivo: cada miembro, vínculo y dinámica influye en el bienestar individual y colectivo. El malestar no se entiende como algo aislado, sino como una señal de desequilibrio en el sistema familiar.
Esta terapia trabaja desde esa perspectiva: ya no se trata “de mi problema”, sino de “cómo nos afecta a todos”. Se interviene en las interacciones, patrones repetidos y roles familiares para restaurar la armonía y prevenir que el sufrimiento se mantenga por inercia relacional.
Esta terapia trabaja desde esa perspectiva: ya no se trata “de mi problema”, sino de “cómo nos afecta a todos”. Se interviene en las interacciones, patrones repetidos y roles familiares para restaurar la armonía y prevenir que el sufrimiento se mantenga por inercia relacional.
¿PARA QUÉ TIPO DE SITUACIONES ESTÁ RECOMENDADA?
Este enfoque suele aplicarse en casos como:
- Conflictos frecuentes entre miembros (padres, hijos, parejas, hermanos)
- Dificultades en la crianza, problemas escolares o conductas disruptivas en niños/adolescentes
- Crisis transgeneracionales, separaciones, duelos, reconfiguraciones familiares
- Enfermedades crónicas o dificultades que afectan a varios miembros del sistema
- Situaciones de código de lealtades invisibles, triangulaciones, o rigidez relacional
La intervención saludable del sistema puede aliviar no solo al individuo, sino a toda la red familiar.
¿CÓMO SE TRABAJA EN SESIÓN?
- Se convoca al sistema familiar completo o a partes relevantes del mismo.
- El terapeuta observa patrones de interacción, alianzas, silencios y roles.
- Se usan técnicas como el uso de genogramas (mapas familiares), el “reencuadre” de significados, intervenciones estratégicas o circularidad (mostrar cómo cada miembro influye y es influido).
- Se promueve la comunicación abierta, los acuerdos nuevos y la ruptura de bucles repetidos.
- A veces se usan escenas simuladas o interacciones dirigidas para vivenciar otros modos de relacionarse.
¿QUÉ LA DIFERENCIA DE OTROS ENFOQUES?
- No se centra solo en el individuo, sino en el contexto que sostiene y alimenta su malestar.
- No trata síntomas, sino relaciones—revisa cómo se construyen y mantienen las dinámicas emocionales y afectivas.
- Impulsa soluciones sistémicas, no fragmentadas: al cambiar un vínculo, se transforma todo el sistema.
¿QUÉ PUEDES ESPERAR DEL PROCESO?
- Nuevas formas de entender y expresarte en familia
- Ruptura de ciclos que se repiten generación tras generación
- Claridad en roles, límites y funciones dentro del sistema
- Mejora de la comunicación, más respeto mutuo y menos culpabilidad compartida
- Sensación de alianza, coherencia y cuidado colectivo
Preguntas frecuentes
¿Tenemos que venir toda la familia siempre?
Depende del caso. A veces basta con padres o una persona clave. Luego se va invitando a otras figuras cuando sea útil.
¿Y si no nos llevamos bien o no nos entendemos?
Justo por eso puede ser muy útil: la intervención posibilita que las tensiones-generadoras se expresen y se transformen de forma segura.
¿Quieres que lo revisemos juntos?
La Terapia Familiar Sistémica acompaña al sistema emocional familiar a romper patrones, mejorar vínculos y encontrar una nueva forma de estar juntos. Si quieres que exploremos si puede encajar con tu situación, escríbenos; estaré encantada de ayudarte.